La Única Carta

Utilizo este blog ya que te dediqué el comienzo a ti, y el final está cerca.

Querida Adelica,

Siempre dije que yo había sido muy afortunada por haberte disfrutado tanto, por eso cuando te fuiste, no arrojé ni una lágrima, al revés me sentía feliz por tener en mi recuerdo tantos y tantos ratos de dicha y aprendizaje, recuerdo en tu duelo que contamos anécdotas tuyas, cómo reíamos esa noche y estábamos seguros que era así como tu lo hubieras deseado.
Ahora tienes mis lágrimas y es que parece que te llevaste contigo gran parte de la alegría del mundo. Como me hubiera gustado ir hoy a tu casa, a que minimizaras hasta el infinito mi dolor, a que me hicieras sentir importante, a que me devolvieras la ilusión. Nunca he conocido a nadie como tú, crecimos y vivimos con un ángel, y la ausencia es enorme.
Tendríamos que haber repartido el tiempo, no sé, es que me haces tanta falta.
Sabes, ya nunca volví a tu casa, sé que vive otra gente, que han hecho cambios, por eso no quiero quitar esos rincones mágicos de mis recuerdos.
Desde que te fuiste ya sabrás que no doy una a derechas, todo me sale mal, las decisiones, las oportunidades, ya no siento seguridad en mi, estoy perdiendo el encanto que tu me hacías creer que tenía... será casualidad pero ya nada es igual. Ahora está triunfando la gente que no piensa en la gente, sino en ellos mismos, y no les va mal. Recuerdo el día que te dije que de mayor quería ser como tú y tú me dabas lecciones de valores que rara vez encuentro ahora, eso no existe, eso no triunfa.
Sé que hoy me estás dedicando el día desde donde quiera que estés, que has enviado tus manos para acariciarme, pero no es suficiente, te pido algo, como siempre, tu que eres tan generosa, te pido que me ayudes, que me mandes una señal, que ya son muchos días tristes.
Cuantas veces te pedí cantar este tango sin prestar atención a la letra, tantas, que en noches como las de hoy suena en mi existencia provocando las lágrimas que nunca te dí.

Verás que todo es mentira
Verás que nada es amor
que al mundo nada le importas Yira Yira.

P.D. Querida tia, ésta es la única carta que te escibiré pero no me dejes sola, mira en mi corazón de vez en cuando, mándame un invierno lindo.